Por: Luis E. Álvarez
No podemos negar que a nosotros nos encanta el baile, nos divertimos, es parte de nuestra cultura: nos alegra, nos relaja y es una de las mejores maneras que hay para celebrar con amigos. La música alegre resuena en el salón Belgrano, es casi imposible resistirse al movimiento.
Los que probaron, al menos una clase, saben de lo que les hablo. Nadie puede decir que no es fácil, divertido, dinámico y que llena de energía hasta al cuerpo más alejado del entrenamiento físico.
Grandes, chicos, señoras o señores mayores, todos pueden ser parte de una clase. Las personas aprenden a reírse de sí mismas cuando la confusión hace que la coordinación entre cada paso desaparezca.
Ambiente ameno en el Salón Belgrano sin inhibiciones, y con una energía que se siente en cada movimiento. Las chicas que van a las clases sin perderse de una, se autodenominan en su grupo de WhatsApp “Las Picaronas”, ellas son los verdaderas protagonistas.

La profes Cecilia cuenta que sus alumnas sugieren temas para bailar, ya sea porque les encanta la coreo o porque quieren practicarla hasta que salga.
A pesar de que muchos han visto este fenómeno como uno de los tantos que parecen ser una moda pasajera, lo que diferencia a este grupo de Zumba es la amistad y que las chicas se unieron para darle vida a este salón, porque con su aporte, esta institución se remonta en este tiempo de crisis sanitaria, también porque ayuda a fomentar en Tunuyán la práctica de las buenas energías tan necesarias en este contexto.

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