Los australianos quieren al Cazador de Cocodrilos en sus billetes ahora que murió la reina

Carlos III está sufriendo en carne propia la triste realidad de que convertirte en el rey no hace que el mundo te admire automáticamente. Su mamá fue una mujer aguerrida y carismática que estuvo siempre al pie del cañón y, en comparación, su retoño resulta menos magnético o simpático, por eso no extrañan algunas sorprendentes propuestas que se escuchan tras la muerte de la monarca.

En Australia dicen que si tienen que cambiar el rostro de la reina Isabel II de sus billetes de cinco dólares, preferirían tener la efigie de Steve Irwin en su divisa en vez del rey Carlos III. Irwin, popularmente conocido como “El cazador de cocodrilos”, es considerado una figura más amada por el pueblo que el rey sucesor y eso podría ponerlo en los billetes australianos o al menos así lo solicitó alguien en Change.org.

Australia es un país en el que la fauna es increíble y única, así como agresiva y letal en algunos casos. Steve Irwin dedicó su vida a la protección de los animales, capturando y reubicando a aquellos que eran considerados peligrosos (adjetivo que en el país aplica a prácticamente cualquier animal) para protegerlos de la actividad humana.

Debido al gran orgullo por su fauna y el modo en que Irwin defendía a capa y espada el bienestar de los animales en todo el mundo, pero particularmente en su patria, la petición de que “El cazador de cocodrilos” sea el nuevo rostro del dinero australiano terminó consiguiendo más de 31 mil firmas de apoyo.

La Royal Australian Mint ya dio a conocer, por medio de Andrew Leigh, representante australiano y asistente de la organización, que los australianos podrían ver “a un rey en vez de a una reina en su moneda”. Sin embargo, la población de Australia no se han mostrado nada entusiasmada con el prospecto, pues muchos consideran que el dinero que se va a a gastar en eso podría emplearse en algo útil.

Aun así, el asistente de la RAM dio a entender que la decisión del director ejecutivo de la organización acuñadora “ya está en pláticas con sus contrapartes británicas” para llevar a cabo el proyecto, por lo que tal vez el dinero de los australianos termine invirtiéndose en inflar el ego del nuevo monarca.