Santino Blanco Godoy tenía 4 años. Era fanático de Platense y siempre se lo veía con una sonrisa en su rostro, como en el spot oficial de una campaña de vacunación donde aparecía su imagen. El miércoles de la semana pasada, su madre notó que se sentía mal. Lo llevó a un hospital municipal de San Miguel, adonde lo atendieron, le dijeron que era una gripe y lo volvieron a mandar a la casa.
Pero los síntomas siguieron y hasta empeoraron. Por eso, el jueves regresaron al centro médico Dr. Raúl Larcade. A las pocas horas, el chiquito falleció por una «neumonía bilateral». Los familiares apuntan a los médicos y denuncian abandono y mala praxis.
Agustina, madre de la víctima, relató que la primera vez que visitaron el hospital ubicado sobre la avenida Juan Domingo Perón al 2300 les dijeron que Santino «tenía laringitis y que era un cuadro viral». El mismo día, más tarde, contó que lo volvió a llevar y les comunicaron que era gastroenterocolitis.
«Lo único que le hicieron fue un análisis de orina que dio negativo a infección urinaria y le conectaron un suero para estabilizarlo. Les pedí por favor que le saquen sangre y me dijeron que no porque era un cuadro viral, que le terminaban de poner el suero.
Al día siguiente, Santino ya no tenía fiebre pero continuaba con vómitos. Su estado era débil. No quería comer y se desvanecía en el cuerpo de su madre. Todavía podía hablar.
Ese jueves, Agustina volvió a trasladarse con su hijo al centro médico municipal ya que lo notaba agitado.
«Me atendió otra doctora, me dijo que debía ser un cuadro viral, que tenía mucho ruido en el pechito y que le iban a hacer una serie de oxígeno. Le pedí que me dijera rápido si era algo que ahí no lo podían tratar para poder llevarlo al Hospital de Niños. Pero me dijo que no, que lo que ella veía se podía hacer», detalló la madre, quien denunció el tiempo de espera en la enfermería cuando «Santino necesitaba oxígeno y la enfermera no venía».
Asimismo, aseguró que «nunca lo saturaron», aún cuando ella lo había hecho en su casa y había registrado que el niño «estaba saturando mal».
Santino estaba cada vez peor. La doctora que lo había atendido llegó una hora y 20 después de lo acordado, apuntó la madre. «Me dijo que ella también lo escuchaba peor y que le iban a repetir la serie de oxígeno. Intentaron saturarlo con tres saturómetros que no funcionaban».
Y señaló: «Cuando entró en paro, no lo llevaron a terapia intensiva porque estaba vacía. Intentaron reanimarlo durante una hora y no pudieron».
La autopsia determinó que el niño de 4 años falleció por «neumonía bilateral», indicaron los familiares.
«Ni laringitis, ni gastroenterocolitis, como me habían dicho. No me hicieron caso cuando dije que Santi no estaba bien y no le hicieron ni una placa como había pedido, ni análisis de sangre», expresó visiblemente conmocionada por la situación.
La mujer denunció por mala praxis a los profesionales que lo atendieron y, a su vez, aseguró que, en medio de ese momento «horrible», sufrieron «maltrato» por una de las enfermeras del hospital.
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