En las redes sociales, el chivo expiatorio preferido fue el expresidente argentino y titular de la Fundación FIFA, Mauricio Macri, quien tuvo platea preferencial para transmitir su aliento y energía al equipo de Lionel Scaloni. Algo similar a lo ocurrido con Carlos Menem en el partido inaugural de Italia 90, cuando Argentina cayó con Camerún.
En Twitter, su foto sentado delante de un grupo de hombres vestidos con túnicas y kufiyyas circuló con diversas leyendas y motes que hicieron alusión al cumplimiento de la ley de atracción entre el líder de Juntos por el Cambio y la mala fortuna. Al punto que esa relación se convirtió en hashtag #macrimufa.
Según dijo en su llegada al país asiático, su estadía allí será durante un mes. Así que es de esperar que vuelva a presenciar los partidos de la fase de grupo en que la Selección argentina intentará clasificar a la próxima fase del torneo. Y aunque no se informó oficialmente su agenda, también participará de distintas actividades junto al presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino.
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